Muy buenas a todos! Os dejo aqui mi granito de árena en este concurso, aunque también podeis leerlo en el blog de los infectados. Ya veremos cómo va el concurso pero a juzgar por los primeros relatos que se han colgado promete muchísimo. Por si queréis seguir el concurso o leer algún otro relato os dejo el link que como ya pone en la anterior entrada es (
http://www.infectadosblog.blogsopot.com/.) Sin más dilación aqui teneis mi relato, espero que os guste. Cualquier duda, opinión o crítica dejad un comentario y lo atenderé lo antes posible. Un saludo.
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Abro los ojos, todo está borroso, siento como si hubiese tomado toneladas de drogas.
Mi cabeza da vueltas sin parar, mis extremidades están dormidas, poco a poco despiertan, empiezo a reaccionar.
Lo primero de todo es recordar quien soy. Me llamo Clarence McFearlane, soy ciudadano Estadounidense, tengo 32 años, soy un psicópata.
Estoy internado en Riverplace, prisión de máxima seguridad para criminales altamente peligrosos… si no recuerdo mal he matado a catorce personas, dios mío como me ha excitado recordarlo…
Reconozco mi celda, tan pequeña como siempre. ¿Por qué está abierta?.
Me incorporo y miro a mi alrededor, las voces de mi cabeza no se han ido, siempre diciendo lo mismo, “mata, mata, mata”, no paran, desde que tengo 18 años.
- Buenas noches reclusos, os habla vuestro alcaide. En éstos instantes estáis siendo utilizados como sujetos de prueba, os hemos drogado para que no opusieseis resistencia…
¿Qué coño…? Reconozco la voz que sale del megáfono, es el hijo de puta del alcaide, lo que daría por sacar los ojos de esa rata…
- Sois un total de veinte reclusos, ocho de vosotros escogidos al azar es portador de un virus que le hemos inyectado. Cada preso tiene una pistola y dos cargadores encima de su cama. Si esto sale bien, America será líder en la guerra biológica.
Que gracioso, es realmente fascinante. Sobramos en este mundo, ellos lo saben, a nadie le importamos. Cojo el arma que hay en mi cama y cargo un cartucho, los demás internos salen temerosamente de sus jaulas con sus armas empuñadas. ¿Qué hay que hacer? ¿Le pego un tiro a alguien? ¿me pego un tiro en la boca? Jajaja me encanta tener esas dos posibilidades, es realmente divertido. Pero creo que prefiero matar a alguien….
Un momento… ¿Qué coño le pasa a Redman? Ese puto maniaco violador en serie que tengo como vecino está convulsionando en el suelo, joder parece que no lo está pasando muy bien… no se por que siempre me ha gustado tanto el sufrimiento ajeno, verle morir me está llenando de vida… ¿Que le pasa en la cara? Mierda… se ha levantado, esto no es bueno, ya no es él. Lo noto, lo huelo… Pierce ya le ha disparado, ese nunca se anda con chiquitas. No se muere, sigue andando hacia él. Jajajajajaja el muy cabrón le ha mordido, que bueno, le ha arrancado media puta cara, sangra muchísimo…
Ahora me toca a mi, me acerco a mi hambriento vecino e introduzco rápidamente mi arma en su boca… Normalmente me encanta mirar a los ojos de alguien que voy a matar, pero estos ojos no me dicen nada… no tienen la belleza que tienen unos ojos… ¿Vivos? Aprieto el gatillo, me reconforta ver sus ideas esparcidas por el suelo, pero mi disfrute dura poco, la mayoría están igual que el cabrón de Redman, me doy la vuelta para mirar a Pierce, pero tengo que reaccionar rápido, Pierce también está jodido y se me ha echado encima, no voy a dejar que me comas, no soy comida, soy la mano negra, el ángel de la muerte. Disparo a su cabeza, siempre me ha encantado disparar a la cabeza, cada vez que he usado un arma en mis obras he apuntado severamente a la cabeza, esta vez no va a ser menos.
Tiene muchísima gracia que lo diga alguien como yo, pero esto es una puta locura. Aún no entiendo ese virus, pero les vuelven caníbales, sus caras palidecen, sus ojos se apagan… Sé porque lo llaman “virus”. Si me muerden acabaré como Pierce… no es digno de mi, mi muerte no será a manos de un experimento de este gobierno, solo gobierno yo, solo gobierna la muerte…
Mato a uno más. La cabeza, siempre la cabeza, me lo dicen las voces… “mátales, vuélales la cabeza” siempre las he obedecido, siempre…
Son demasiados, joder nos duplican, seguro que se lo están pasando pipa ahí arriba viéndonos.
Me acorralan, son demasiados, no tengo salida, pero tampoco tengo miedo… Lucifer tendrá un plan para mí en la otra vida. No moriré devorado, soy un Dios… Un ángel de la muerte… introduzco el cañón en mi boca, así acaba todo. Mejor matarme yo a que me maten ellos, cierro los ojos… Me encantará probar de mi propia medicina…
concurso relato z por
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